“Las instantáneas son inequívocas, como otras muchas que circulan desde el domingo del desbarre que fue ese primer día de salida en el que muchos niños fueron utilizados por sus padres y madres para saltase a la torera el confinamiento”

Desde el domingo estamos viendo con qué suavidad tratan las autoridades y los medios en general a los tontos muy tontos, por decirlo suave, que aprovecharon las salidas de los niños para hacer lo que dijo Forrest Gump. Pongo solo un ejemplo sacado de una foto publicada por Israel Sánchez en La Opinión de Murcia. ¿Quiénes son más tontos? ¿La pareja tipo feliz con cinco chavales que no tienen la culpa de que sus padres sean así? ¿O el cura con alzacuellos que se suma a la fiesta probablemente para santificarla? Menos mal que seguro que todos tienen el cielo garantizado si la palman por el bicho… pero ¿y los demás?
Las instantáneas son inequívocas, como otras muchas que han circulado y circulan desde el domingo del desbarre que fue ese primer día de salida en el que muchos niños fueron utilizados torticeramente por sus propios padres y madres ––¿o madres y padres?–– para saltase a la torera el alivio de confinamiento, que vino a ser algo así como cuando se usa el alivio de luto para vestir braga roja, tanga morado de encaje, slips naranja o boxer delfinado.